Cartas boca arriba en Baréin para Fernando Alonso y Carlos Sainz
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Se acabó el juego de trileros en la Fórmula 1. Las diez escuderías están obligadas a enseñar sus cartas de verdad a partir de este jueves, cuando comenzará la segunda fase de la pretemporada en Baréin. Los tres últimos días de test a una semana de que comience el Mundial y un total de 24 horas de actividad sobre el asfalto para enseñar las armas reales que se almacenan en los garajes.
Hace dos semanas Barcelona acogió una primera toma de contacto donde primó la prudencia, rodar todas las vueltas posibles con estos nuevos ‘monstruos’ de la Fórmula 1, mucho más pesados y que no han despertado buenas críticas entre los pilotos. Al menos sí coincidieron en que ahora parece más fácil adelantar y eso presagia batallas más apretadas sobre el asfalto. Lo que no parece hacer cambiado por el momento el statu quo: Mercedes y Red Bull volvieron a ser superiores a todos los demás en Montmeló.
El único rayo de esperanza para inquietar ese duopolio brilla con el color rojo de Ferrari. El equipo de Carlos Sainz rodó más que nadie en esos tres días (439 vueltas entre el madrileño y Charles Leclerc) y durante muchos minutos lideró la tabla de tiempos, aunque con permiso de los de siempre. Su mayor problema fue el ya famoso porpoising, ese bamboleo en los coches provocado por el efecto suelo que afectó a varios equipos, el italiano entre ellos. Llega el momento de saber si dos intensas semanas de trabajo en Maranello han servido para solventarlo sin mermar mucho la velocidad del coche.
¿Y El Plan de Alpine? Pues envuelto en incertidumbre después de la avería que sufrió Fernando Alonso en la despedida de Barcelona y que apenas le permitió rodar en toda el día. El asturiano ha dado un toque de atención a su propio equipo, reconociendo que otros han estado más avispados a la hora de atacar la nueva normativa, y Baréin se presenta como un momento decisivo para saber si la reacción ha llegado a tiempo. No hay prisa en el equipo francés, agarrado a su proyecto de pelear por el título dentro de cien carreras, pero tampoco debe haber pausa si quiere continuar con el progreso de 2021.
Entre el resto de equipos, todos los ojos estarán puestos en Mercedes, que amenaza con presentar un W13 completamente diferente, tan revolucionario que ya se habla de espectaculares avances en su rendimiento. También promete novedades Red Bull, que ahora corre con la presión de defender el dorsal 1 de Max Vertsappen. Al fondo de la parrilla sigue Haas, que no sale de una y ya se ha metido en otra. Tras la abrupta salida de Nikita Mazepin, ha tenido problemas con el transporte de su material y se perderá, como mínimo, las cuatro horas de sesión matinal del jueves. Al menos ya tienen sustituto para el ruso: Kevin Magnussen.